Encuentra la agenda perfecta.
¿De verdad necesito una agenda o no deja de ser algo que nos intentan vender todos los años?
Seguro que en más de una ocasión te has hecho esta pregunta, pero por otro lado también te sonara esa promesa de “De este año no pasa, pienso organizarme mejor para ser más productiva y disfrutar más de mi tiempo” pero ¿por donde empiezo? Quizás encontrar la agenda adecuada para ti puede ayudarte a todo esto.
Yo, tengo que confesar, que cada vez leo más y más sobre todos estos temas porque creo que es muy importante aprender a organizarse mejor y conseguir ser más productiva, pero sin olvidarse del tiempo que hay que dedicarse a uno mismo, a recargar energías y a descansar. Aunar todo esto no es fácil, pero estoy convencida que, ayudándonos de las herramientas adecuadas y con práctica, se consigue. Al final será un hábito más que te facilitará tu día a día.
Una agenda puede ser una de esas herramientas que te ayudará a gestionar mejor tu tiempo y podrás dedicarlo a lo que realmente quieres. Eso sí, para que la agenda cumpla su función, hay que convertir su uso en un hábito.
Yo este año me he acostumbrado (bueno no siempre con toda la constancia que debería) a cada comienzo de mes apuntarme las fechas señaladas y hacer una planificación general del mes, todos los lunes planifico con detalle la semana y al final de cada día repaso lo que verdaderamente he hecho y el tiempo que realmente le he dedicado. Ah, y no pasa nada si borras, modificas, tachas. ¡qué la vida está llena de imprevistos!
Y he utilizado dos, una de mayor tamaño donde apuntaba detalladamente mi planificación diaria y los planes ¡porque no todo es trabajo!, y otra de bolsillo a semana vista, así de un vistazo me hacia una idea de todo lo que tenía pendiente. Además, también he usado un planificador mensual en tamaño A4 donde en resumen veía todo el mes y lo más importante de cada día.
Con todo esto, podía hacerme una idea de todo lo planificado y de lo hecho realmente para comparar, analizar y ver que tenía que cambiar para mejorar.
Al principio tienes la sensación de que te quita mucho tiempo, pero todo lo contrario, te ayuda a mejorar poco a poco, planificarte cada vez mejor y ser más realista con los objetivos y metas que te vas marcando y el tiempo disponible.
Vale…estoy en ello, porque no siempre soy tan constante como debería, pero prometo ir progresando día a día y volverme una experta en el tema ;o)
Así que como puedes comprobar, la agenda puede convertirse en nuestra gran aliada y esa compañera que nos facilite nuestro día a día.
Pero ¿por qué una agenda en papel?
Es cierto que hoy la tecnología nos puede ayudar a organizarnos mucho mejor: móvil, apps, Google calendar…pero soy de las que pienso que, aunque uses estos medios, nunca viene de más tener una agenda en papel.
Siempre valoro todo aquello que me ayude a que mi vida sea más práctica y útil así que tengo claro que todas estas herramientas no sustituyen a una agenda en papel, que me aporta más soluciones y simplifica mi vida, ahorrándome tiempo.
Ventajas de una agenda en papel:
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Podrás llevarla a todos lados.
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En ella no solo apuntarás tus citas, si no todo aquello que sea importante para ti: ideas, proyectos, planes…
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Puedes hacer tu revisión diaria y semanal de un vistazo, en cualquier momento y en cualquier sitio.
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Y repasar de manera rápida como ha ido tu previsión y planificación para comparar con lo que realmente has hecho y así ir corrigiendo tus errores.
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En cualquier momento puedes apuntar todo aquello que surja.
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Vas tachando o marcando como si fuese una check list todo aquello que finalizas, que admitámoslo, es un subidón de energía y autoestima. Compensa esa sensación de que el tiempo pasa a la velocidad de la luz y que no da tiempo a nada.
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Puedes guardar las agendas de años anteriores para revisarlas si hace falta. A mi esto me gusta, porque además de agenda, la uso también como una especie de diario donde apunto todo aquello que me pasa y que merece la pena ser recordado. Bueno y que como tengo muy mala memoria, me sirve para buscar la fecha en la que ocurrió algo en particular.
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Y la puedes llenar de dibujos, colores, notas, pegatinas, entradas, tickets…me parece mucho más creativo y divertido que llevar toda la organización en un “frio” móvil u ordenador.
Imagínate un sistema que cada semana, mes y trimestre te permite ser mucho mejor que antes, sería impresionante ¿verdad? Pues esto es lo que puedes lograr con esfuerzo y las herramientas adecuadas, y la agenda es una de ellas.
Con la frecuencia que tú te marques puedes revisar lo que tenías planificado, lo que has hecho realmente, cuanto tiempo le has dedicado, lo que has dejado de hacer, lo que ha sido un desastre, lo que ha sido todo un éxito…Si extraes conclusiones de todo ello, modificando todo aquello que no ha funcionado, te garantizo que poco a poco tu productividad ¡y tu vida! irán mejorando.
Si además en tu agenda tienes páginas en blanco donde poder anotar tus objetivos, ideas, proyectos y todas esas listas de cosas importantes para ti (libros, películas, sitios que visitar), mucho mejor.
¿No te mueres de ganas de terminar el día con la sensación de que has aprovechado bien tu tiempo y no todo han sido obligaciones?
Además, si algo aprendí en mis estudios de animación sociocultural, es que TODO hay que evaluarlo para mejorarlo. ¿y qué hay más importante de evaluar y mejorar que tu vida? Yo tengo cada vez más claro como quiero que sea la mía y pienso hacer todo lo posible para lograrlo.
Vale, entonces ¿cuál es la agenda perfecta para mí?
Pues depende mucho de tus necesidades, prioridades y forma de vivir. Como ya te he contado, yo utilizó una combinación de formatos y tamaños.
Lo primero que debes hacer es pensar tranquilamente para que quieres usarla y contestarte a preguntas como:
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¿Qué voy a apuntar en mi agenda?
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¿Para qué quiero usarla?
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¿Dónde la voy a usar? ¿La tendré en mi escritorio o quiero llevarla siempre conmigo?
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¿Cuánto quiero planificar en esa agenda y cuánto voy a planificar en apps y medios similares?
Lo que está claro es que la agenda debe adaptarse perfectamente a tu ritmo y estilo de vida.
Te recomiendo que busques una agenda que sea práctica, que tenga capacidad para guardar algún documento extra, duradera, resistente y cómoda. Bueno y por supuesto que te guste su diseño, que diga cosas de ti o que te diga cosas a ti, porque te va a acompañar todo el año. Llévala siempre contigo y formará parte de ti, porque contará tu vida y eso le dará más personalidad y vida.
Las agendas que he diseñado este año son todas a día vista, en dos tamaños diferentes, uno más grande pensada más para tener en ese espacio de tu casa o despacho donde te organizas y otra más pequeña, que te puede acompañar siempre en tu día a día.
La agenda a día vista es adecuada para ti si:
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En tu día a día generas cientos de notas y recordatorios y necesitas una herramienta con mucho espacio para organizarlos.
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Quieres dejar registro de tu día de forma muy detallada.
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Te gusta la gestión de tareas a través de listas.
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Buscas tener tus recordatorios, notas, tareas, citas de cada día en una sola página.
El tipo de encuadernación es en piel o tela, pero todas ellas son fundas que podrás usar durante mucho tiempo. Cuando se termine el año puedes poner en ella tu cuaderno favorito donde apuntar todo aquello que es importante para ti o las agendas de los próximos años.
Además, las que están realizadas en piel, algo que tienen y que a mí me encanta, es que cuando envejezcan irán cambiando su color y textura, adquiriendo la belleza del paso del tiempo y del uso.
Te presento aquí las agendas para que puedas ver con calma cada una y que puedas encontrar la adecuada para ti.
Ah, si eres de las que le gusta en el mes de diciembre parar a hacer un balance de todo lo hecho durante el año, para ver lo que has avanzado y planificarte el próximo, por favor ¡no te metas mucha caña! Y más este año.
Creo que todos hemos aprendido que, aunque es importante planificarse, casi lo es más ser capaz de adaptarse a los cambios que puedan llegar y valorar todo el esfuerzo que se haga, aunque no se consigan los objetivos marcados, así que analízalo todo con calma, márcate nuevas metas y después tómate un momento para celebrar que, para empezar, has llegado hasta aquí, el esfuerzo y la energía que has sido capaz de poner a pesar de todo y lo que has conseguido, sea poco o mucho.
Yo, este año necesito recargar fuerzas e ilusiones y sentir que todo es posible así que pienso hacerlo, por lo que ya estoy poniendo un vino blanco en la nevera y chocolate.
¿Un brindis por lo superado y por lo que está por llegar?
Quizás, después de esto sea un buen momento para pararte un rato a analizar que te gustaría conseguir el próximo año: ¿cuáles son tus sueños o ilusiones? y si te pasa como a muchos, y tienes una lista interminable de deseos, márcate prioridades, porque luego llega la realidad y no siempre el tiempo nos da para todo lo que nos gustaría hacer.
Además, esto también te ayudará a darte cuenta de todo el tiempo que perdemos a veces haciendo cosas que no nos van a llevar a ningún lado y que además nos impide centrarnos en lo que de verdad merece la pena.
Ah y no hagas nada porque los demás o el estilo de vida marcado dicen que hay que hacerlo, sino porque te ilusiona, te aporta, te apetece, te lleva a donde quieres llegar, te hace feliz (pero esa felicidad verdadera, de la de a ratitos, que nadie vive en una felicidad plena los 365 días del año, como será que eso ya no ocurre ni en las pelis jejeje).
Sea como sea, ¡a por el 2021! Que lo empecemos llenas de energía e ilusión y así pondremos de nuestra parte todo lo necesario para que sea un buen año.
P.D. yo seguiré averiguando todo lo que podemos hacer para que nuestras vidas sean más cómodas y organizadas (además de bellas claro), y como siempre te mantendré al día de mis avances ;o)
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