El arte de la escritura a mano

La verdad es que echo de menos “las viejas costumbres” de escribir cartas y postales, es una manera de recordarle a alguien que te acuerdas de esa persona y que te apetece contarle y compartir con ella lo que te sucede o te pasa por la cabeza. Por lo menos, yo recuerdo con mucho cariño, cuando me pasaba por el buzón con la ilusión de haber recibido otra carta de los amigos, o cuando me llegaba una postal de mi tía contándome cosas de sus viajes…quizás por eso me guste tanto viajar.

¿Por qué no volvemos a escribir a mano? Las postales pueden ser un buen comienzo, texto breve pero que hace mucha ilusión a la persona que le llega.

¡Yo tengo a millones! Porque las colecciono y además en todas las exposiciones me compro alguna así que ¡a darle una segunda vida! Habrá que estar atentos a nuestros buzones por si cualquier día nos sorprende alguien.

Y es que la escritura es la palabra trasformada en arte, en expresión y por ello, en vida.

Escribir a mano puede ser una bella manera de trasformar los sentimientos en letras y palabras, y muchas veces descubrimos muchas cosas sobre uno mismo, parándonos un rato a escribir sobre aquello que nos ronda por la cabeza ¿no? y aunque por trabajo y ritmo de vida, nos estemos acostumbrando todos a utilizar las tecnologías para comunicarnos, creo que el escribir a mano va más allá y es una bonita costumbre que espero y deseo nunca desaparezca.

Solo hace falta mirar a nuestro alrededor para comprender que cada vez más, en nuestro día a día los móviles y la tecnología en general, parecen haberlo ocupado todo. Estamos enganchados a la tecnología y parece que esto nos hace olvidar las buenas costumbres.

Yo creo que la gente es cada vez más consciente de que nuestra cabeza y nuestro corazón necesitan algo más que la eficiencia, la velocidad y la última tecnología, porque, aunque han hecho la vida mucho más fácil, también la han hecho menos creativa.

Se necesita recuperar la palabra escrita, porque si no lo hacemos la escritura podría perderse para siempre y con ella todas las emociones y sensaciones que de ella se derivan.

Cuando somos pequeños lo primero que nos enseñan en la escuela es a escribir, las letras y su caligrafía. Pero estas acaban por verse sepultadas por la importancia de los números, quedando en un segundo plano. La palabra escrita está minusvalorada, por eso es tan importante no olvidarla, recordar que gracias a ella se crean historias maravillosas que nos hacen vivir grandes experiencias y emociones.

La escritura a mano ofrece una sensación de calidez, intimidad y cercanía; nos sugiere cómo es la personalidad de quien está detrás de cada trazo de tinta; nos permite pensar más, tachar, volver sobre tus notas, potenciar la imaginación, permite que los pensamientos se organicen y que sean más claros.

“Para mí, el escribir era vivirse, conocerse, ser arqueólogo de uno mismo. Escarbar y, si se escarba, hay de todo dentro de nosotros: el criminal y el santo, el héroe y el cobarde”
José Luis Sampedro.

Así que, por qué no empezamos a escribir a mano más a menudo, creando bonitas historias, o apuntando todo lo interesante que nos ocurra y que merezca la pena ser recordado...porque, aunque hay que vivir el presente intensamente, siempre es bonito echar un vistazo atrás y disfrutar de un rato de "morriña", como se dice en mi segunda tierra ;o)⁠

Además, como decía Cela, para escribir sólo hace falta tener algo que contar.

Quizás, fuese una buena costumbre que, en este ritmo de locura que llevamos, buscases ese ratito para ti, para sentarte tranquilamente en un sitio que te guste, y escribir, dibujar o crear un rato sobre lo que te apetezca ¿no? ¡eso sí! sin ningún tipo de obligación, que sea algo que hagas por puro placer, y que saque tu lado más creativo e imaginativo.

Tener un cuaderno puede ser una buena manera de darle un poco de orden a ese exceso de estímulos y experiencias que ocurren en el día a día o cuando estamos en un lugar o situación nueva; o una bonita manera de dejar por escrito y en imágenes los recuerdos de un momento especial.

Seguramente al principio no sepas ni cómo hacerlo; para mí, lo único que se necesita es hacerlo de la manera más original, divertida y emotiva para ti, y sobre todo con toooooda la libertad del mundo, porque es algo totalmente personal e íntimo, no tiene por qué ser bonito ni seguir una estructura establecida, te tiene que servir a ti y en él podrás expresar aquello que más te apetezca, de la manera que tú quieras y sientas, para que disfrutes más de la experiencia, así que ¡nada de consejos y deja volar tu creatividad!

Con lo primero que tienes que disfrutar es en escoger el cuaderno ideal para ti, que encaje con tu personalidad o el motivo, y que te permita reflejar todo lo que veas, oigas, sientas...

Siempre me ha gustado el olor de las hojas de un cuaderno nuevo y la textura del papel...pero lo que me hacia más ilusión era que al pasar el tiempo se notase que estaba "trotado" porque lo había utilizado mucho y encontrarme con miles de anotaciones, dibujos y demás al hojear sus páginas.

Como última curiosidad…El inventor del bolígrafo fue Ladislao Biro, un periodista que, harto de los manchones que dejaba la pluma cada vez que tomaba notas, quiso inventar una alternativa más funcional y cómoda. Y ¿sabes en qué se inspiró? Algo tan simple como unos niños jugando con una pelota y el rastro que esta dejaba al salir del charco. Así es el sistema del bolígrafo con punta de bola de “toda la vida”: una bolita que según se aprieta deja o no salir la tinta.

¿Quieres ver distintos modelos de bolígrafos de este tipo y cuadernos o libretas para poder empezar a tener el hábito de escribir un rato cada día? ¿Te animas? Pues échale un vistazo a la sección de encuadernación de mi tienda online. Y como siempre, también podemos diseñar algo personalizado entre l@s dos, escribiéndome a info@elaviondepapelorigami.com

P.D. si te animas y comienzas a escribir a mano para pasar tus pensamientos al papel o crear bonitas historias, te invito a que nos cuentes a todos que tal te va y qué te está aportando. Quien sabe, quizás consigas que alguien más comience a ello…y entre todos ir llenando todo de palabras, historias y sentimientos.

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